Jue. Abr 18th, 2024

El calentamiento global parece estar haciendo que las hojas de los árboles caigan antes, según una nueva investigación, en contradicción con la anterior idea de que las temperaturas más cálidas retrasan el inicio del otoño.

El hallazgo es importante porque los árboles extraen grandes cantidades de dióxido de carbono del aire y, por lo tanto, juegan un papel clave en la gestión del clima.

El aumento de las temperaturas también significa que la primavera está llegando antes y, en general, la temporada de crecimiento de los árboles en las zonas templadas del planeta se está alargando.

Lamentablemente, el hecho de que los árboles queden sin sus hojas más temprano, significa que, por su inhabilidad de limpiar el ambiente, no se está frenando el calentamiento global.

Los científicos todavía están calculando qué tan grande será el efecto, pero podría ascender a mil millones de toneladas de CO2 al año, lo que sería más que las emisiones anuales de Alemania.

Investigaciones que avalan este problema

Esta nueva investigación está basada en su mayoría en la observación de árboles europeos.  Y demostró que tanto la temperatura como la luz del día, y la cantidad de carbón que un árbol absorbe en una temporada en un factor determinante para deshojarse. Los científicos dicen que el efecto es similar a una persona que queda llena después de una enorme comida y simplemente no puede comer más.

Otra investigación reciente ha demostrado que los árboles que crecen rápidamente tienen una vida útil más corta y que la crisis climática y la tala masiva de árboles en general ha hecho que su vida útil sea significativamente más corta.

Investigaciones anteriores había dicho que el otoño podría comenzar dos o tres semanas más tarde para fines de siglo según las tendencias actuales de emisiones. Pero ahora los científicos indican que el otoño puede llegar hasta seis días antes.

Lo que es particularmente sorprendente sobre el estudio es cómo proporciona líneas de evidencia tan diferentes para llegar a la misma conclusión, se puede entender como que varias vías lleven a la misma carretera.

Es fundamental reducir las emisiones de la quema de combustibles fósiles y la deforestación para hacer frente a la emergencia climática.  No se puede sólo confiar en el cultivo de árboles.

La investigación, publicada en la revista Science, utilizó más de 430.000 observaciones de caída de hojas de árboles en 3.800 sitios en Europa central desde 1948 hasta 2015, así como experimentos y modelos.

La fotosíntesis en las hojas convierte el CO de la atmósfera en compuestos de carbono que el árbol usa para vivir y crecer. Si el árbol ya no puede usar el carbono, deja de mantener sus hojas y se caen.

No se sabe qué factor específico o combinación de factores desencadena esta interrupción del crecimiento, pero puede ser la disponibilidad de nitrógeno.

Se están realizando estimaciones de cuánto reducirá la caída temprana de las hojas en otoño el CO capturado por los árboles, en comparación con modelos anteriores. Pero puede ser del orden de mil millones de toneladas al año, dijeron los científicos, basándose en investigaciones anteriores.

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